Principales diferencias del aluminio y la hojalata y cómo se relacionan con el sector del envasado de calidad

calidad concepto

Los cambios en los hábitos de consumo, la sostenibilidad y la protección del medio ambiente son algunos de los principales factores por los que la utilización del plástico y otros materiales de un solo uso han reducido su presencia en la actualidad.

Y es que estas medidas se comprenden en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el contrato social global que no deja a nadie atrás y del que España, así como la mayoría de países que forman parte de la Unión Europea, se han comprometido. 

Es en este contexto en el que la economía circular cobra especial relevancia, favoreciendo la sostenibilidad antes mencionada y promoviendo el uso de materiales de embalaje reciclados para la consecución de estos objetivos. El aluminio y la hojalata son considerados ideales por sus ventajas ambientales y económicas en comparación con el plástico, por ejemplo. 

Pero, ¿qué diferencia hay entre ellos? 

La hojalata

La hojalata no es ni más ni menos que láminas de acero recubiertas con estaño para evitar la oxidación. Y, una de las cosas por las que resulta un material perfecto para el packaging de productos (de gama santander o premium) es su maleabilidad y capacidad de reutilizarse constantemente. 

Su ciclo de vida es muy amplio, incluso llegando a reciclarse hasta en varias ocasiones; motivo por el cual en Eurobox trabajamos con este material en todos nuestros envases de metal. 

Utilizando hojalata reciclada, se reduce el uso de energía en un 60% en comparación con la producción de un nuevo material. Además de prevenir el 86% de las emisiones atmosféricas y el 76% de la contaminación del agua, según los datos de Apeal, la Asociación de Productores Europeos de acero para envases, que reúne a todos los productores de acero para envases de Europa. 

El aluminio

Por su parte, el aluminio se produce a partir de la bauxita (un agregado de varios minerales de aluminio), y, al igual que la hojalata, se utiliza para hacer latas y recipientes para alimentos, cosméticos, bebidas y otros consumibles.

  • El aluminio ahorra el 95% de la energía necesaria para producir nuevo aluminio primario.
  • Logra una reducción del 97% en las emisiones de carbono.
  • Europa tiene las tasas de reciclaje de aluminio más altas del mundo. 

Principales ventajas del uso de la hojalata y el aluminio en el packaging de calidad

Desde 2015 se podría decir que hay un compromiso real por parte de la Unión Europea de acercarse a la economía circular, aquella en la que se diseñan y optimizan los productos para su reutilización y reciclaje constante.  

Y, como hemos visto, tanto el aluminio como la hojalata son materiales que pueden reciclarse y reutilizarse infinitas veces sin perder ninguna de sus propiedades: resistencia, dureza, flexibilidad… Aunque, no es el único motivo por el que resultan esenciales en la fabricación de packagings de metal. 

Otras ventajas que conlleva el uso del aluminio y la hojalata en el sector del envasado de calidad son: 

  • Reducen los impactos ambientales, así como el daño a los bosques o a las especies animales como consecuencia a la disminución de las emisiones.  
  • Minimizan la contaminación del aire, agua y del suelo y todo lo que ello conlleva.

Para avanzar, y para alcanzar el objetivo de una economía verdaderamente circular en Europa y aprovechar todos los beneficios medioambientales y económicos del reciclaje, es importante apostar por aquellos materiales que favorezcan la sostenibilidad como lo hacen la hojalata y el aluminio.

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